Teóricamente, es casi imposible documentar la existencia de la mayoría de las monedas en la Tierra. Aunque estos porcentajes no son del todo exactos, la naturaleza de los hechos en sí merece una cuidadosa consideración. Sin embargo, los investigadores sostienen que más del 92% del dinero es electrónico o almacenado en algún recurso de materiales y naturaleza diferente al efectivo, como el oro o electrónicamente o está depositado en cuentas.
¿Por qué sucede esto? La forma práctica de gastar dinero en la antigüedad tiene dos rasgos característicos:
- La cantidad de dinero en todo el mundo continúa creciendo a medida que aumenta la población mundial y aumenta la cantidad de bienes producidos y servicios prestados; simplificar progresivamente sus procedimientos de almacenamiento, circulación y utilización. El primer punto es obvio y no necesita adición, el segundo punto es el siguiente:
- Caracoles, piedras, cosas difíciles de encontrar, difíciles de hacer o raras en el barrio; Metal fundido, pepitas de oro, piedras preciosas; divisa; billetes de papel y polímeros; dinero electrónico. Cada etapa posterior de progresión crea:
Ideas económicas avanzadas: Desarrollar tecnología para la obtención de fondos de cualquier tipo, Almacena y registra información sobre el propietario, Todos los dispositivos relevantes son fáciles de usar, Capacidad de transferir información de transferencia de dinero sin transferir monedas o billetes.
El dinero electrónico es un producto técnica y teóricamente perfecto. Incluso en el reino de la economía mundial, donde se supone que el «plan de transparencia» recibe reliquias de la historia monetaria en forma de billetes arrugados, esta figura está arraigada y avanza en una dirección que las ONG no pueden entender el Bitcoin y cadena de bloques.
El dinero electrónico se diferencia de cualquier moneda existente anteriormente en que su propietario puede emitirlo, almacenarlo, reconocerlo y transferirlo fácilmente. ¿Qué hay de malo en este enfoque? Si bien el dinero electrónico se ha convertido en un medio de pago casi perfecto, ha perdido silenciosamente su función de «portador».
Los viejos billetes de Chevy o las monedas de oro en circulación no dependen en modo alguno de ondas electromagnéticas para transmitir «buena» información desde los bancos a los teléfonos inteligentes. Más concretamente es el siguiente: un bien o servicio se puede canjear presentando y entregando un billete local.
¡Sería una burla del destino que una persona con una tarjeta platino y un teléfono inteligente caro recibiera una respuesta de una abuela pidiéndole 10 rublos en efectivo para pagar el baño! Al mismo tiempo, estaba dispuesto a pagar cien veces más, pero en formato electrónico, pero no, eso sí, la abuela no tenía tarjeta de ahorro, tenía una libreta de pensiones y un «smartphone» de teclas (No tactil). «La Internet ancestralmente antigua, pero que realmente existió».
