Desde diciembre de 2023, la mayoría de los servicios en línea han comenzado a implementar políticas estrictas de eliminación de cuentas inactivas. Esta medida responde a la creciente necesidad de garantizar la seguridad de los datos personales y reducir los riesgos de ciberamenazas. Por ejemplo, plataformas como Twitter requieren que sus usuarios inicien sesión en sus cuentas al menos cada 30 días para evitar que se clasifiquen como inactivas. Si un usuario no realiza esta actividad mínima, su cuenta podría ser eliminada o desactivada, lo que ayuda a reducir el número de cuentas abandonadas y posibles objetivos de hackers.
Otros servicios, como WhatsApp, adoptan un enfoque algo más flexible. Las cuentas en esta plataforma pueden permanecer activas hasta 120 días sin inicio de sesión, después de los cuales se considera que están inactivas y, por tanto, susceptibles de eliminación. Este plazo de inactividad es una medida de protección, ya que las cuentas inactivas pueden representar un riesgo en términos de seguridad al estar más expuestas a vulnerabilidades.
En el caso de Google, la empresa ha implementado un periodo aún más largo para la inactividad: si un usuario no utiliza su cuenta durante dos años, puede verse en riesgo de eliminación. Google, además, ofrece herramientas adicionales para la gestión de datos y seguridad, como Google Takeout, que permite a los usuarios descargar y exportar sus datos de servicios como Gmail, Google Drive, YouTube, Play Store y otros. Esta opción permite a los usuarios conservar una copia de su información antes de la posible eliminación de su cuenta. Así, incluso si la cuenta se elimina por inactividad, los usuarios pueden acceder a su historial de datos sin perder información valiosa.
Además, Google cuenta con un «Administrador de Cuentas Inactivas» que permite a los usuarios decidir de antemano qué hacer con su cuenta en caso de inactividad prolongada. Esta herramienta brinda la opción de designar contactos de confianza a quienes se les puede enviar archivos específicos en caso de que la cuenta quede inactiva. También ofrece la opción de eliminar toda la cuenta y sus datos tras un periodo específico de inactividad, brindando a los usuarios control sobre el destino de su información en línea.
El motivo detrás de estas medidas de eliminación de cuentas inactivas responde a cuestiones de seguridad y privacidad. Las cuentas inactivas, al no ser monitorizadas por los usuarios de forma constante, tienden a ser más vulnerables a ciberataques, como la reutilización de contraseñas antiguas o débiles, lo que facilita el acceso no autorizado. Además, pueden convertirse en blancos para el envío de spam, intentos de phishing, fraude, o incluso robo de identidad. Al eliminar cuentas inactivas, las empresas de servicios en línea pueden reducir el riesgo de que estas se conviertan en un problema de seguridad para sus sistemas y sus usuarios activos.
En última instancia, la implementación de estas políticas de eliminación de cuentas inactivas marca un esfuerzo por parte de las plataformas en línea para mantener una base de usuarios activa y segura. La periodicidad con la que los usuarios deben iniciar sesión varía entre servicios, lo cual permite un cierto margen de flexibilidad, pero todas comparten el objetivo común de reducir el número de cuentas abandonadas y minimizar los riesgos que representan. Estas políticas reflejan el compromiso de las empresas con la seguridad de los datos y la privacidad en un mundo digital cada vez más complejo y lleno de desafíos para la protección de la información personal.