Desde que Elon Musk paso a ser el dueño de la antigua compañía Twitter que actualmente conocemos como X se han producido cambios significativos incluyendo cambios en las políticas de contenido y remplazo de personal, capacitado y hasta trabajadores catalogados por los gerentes de las diferentes áreas tecnológicas de X como «personas altamente perezosas», Cambios que han generado preocupación y controversia para la comunidad tecnológica y el público en general.
Gary Rooney ha trabajado en Twitter durante casi una década como director de la «SOURCE TO PAY» (pasarelas de pago, sistemas electrónicos de transferencias bancarias, y más) y mantiene su empleo luego de la adquisición de la unidad irlandesa de Twitter cuando Elon Musk compró la división de la red social.
En esta oportunidad, la actualización volumétrica de su personal no se hizo esperar, ya que en esta ocasión Elon Musk, propietario de X (antes Twitter), envió un correo electrónico a todos los empleados en 2022 pidiéndoles que aceptaran nuevas condiciones laborales o dimitieran. Un empleado, Gary Rooney, no respondió a un correo electrónico y Twitter lo consideró despedido.
Una semana después, Rooney envió un correo electrónico al departamento de recursos humanos de Twitter, diciendo: «Nunca informé a Twitter que renuncié, ni vi ni acepté ningún acuerdo de indemnización». De los 270 empleados en Irlanda que recibieron el mensaje, 235 hicieron clic en Sí. En cuanto a los 35 empleados restantes, «aceptamos sus renuncias». Rooney afirma que no presionó el botón, pero tampoco expresó una intención clara de dimitir. Durante la audiencia de cinco días, Twitter (ahora X) argumentó sin éxito que el hecho de que Rooney no hiciera clic en «sí» en respuesta a un correo electrónico indicaba que había renunciado voluntariamente. De los 270 empleados en Irlanda que recibieron el mensaje, 235 hicieron clic en Sí. En cuanto a los 35 empleados restantes, «aceptamos sus renuncias», admite Lauren Wegman, directora senior de recursos humanos de X. Sin embargo, este demando a Twitter y estas son las posibles causas:
– Falta de claridad sobre el proceso de renuncia: Es posible que Rooney no haya tomado el correo electrónico de Musk como una solicitud formal de renuncia. Podría haber interpretado el correo electrónico como una presión para aceptar nuevos términos o enfrentar las consecuencias si no se le hubiera dado una opción clara para optar por no participar.
– Preocupaciones por las nuevas condiciones: Las nuevas condiciones laborales impuestas por Musk pudieron resultar inaceptables para Rooney, y puede que prefiera mantener su trabajo en las condiciones anteriores o buscar nuevas oportunidades laborales en lugar de aceptar nuevas condiciones. – Protección de la legislación laboral: Rooney puede considerar que el procedimiento de despido no se ajusta a la legislación laboral irlandesa y tiene derecho a una indemnización por despido improcedente.
– Deseo de justicia: Rooney pudo haber sentido que Twitter lo trataba injustamente y que la empresa vio su silencio como una renuncia, lo cual no es ético.
La Comisión Irlandesa de Relaciones Laborales (WRC) falló a favor de Rooney y condenó a X (ex Twitter) a pagar 550.000 euros por despido improcedente. El WRC es una organización independiente para resolver conflictos laborales en Irlanda. En este caso, el WRC concluyó que los procedimientos de despido adoptados por X fueron injustos y que Rooney no renunció.
Rooney ganó el caso y el WRC condenó a X (antes Twitter) a pagarle 550.000 € en concepto de indemnización por despido improcedente. Sin embargo, actualmente no hay información pública sobre si Rooney recibió el dinero o si todavía trabaja en Twitter. Es posible:
- Rooney ha recibido dinero: Es probable que la empresa haya cumplido la orden del WRC y haya pagado una compensación a Rooney.
- Es posible que el pago aún esté en curso y los detalles aún no se han publicado.
- Es posible que Rooney se encuentre en conversaciones para llegar a un acuerdo con X.
- Es probable que Rooney ya no esté en Twitter porque la compañía cree que fue despedido. Sin embargo, no hay información confirmada sobre su estado actual.
Este proceso no se aplica a España. Según la legislación española, el procedimiento de Musk, en el que los empleados renuncian voluntariamente, no cumple las condiciones del artículo 49 del Código del Trabajo, que le obliga a «dar el aviso previo previsto en el convenio colectivo» o la costumbre local.
Una práctica común es hacerlo por escrito, especificando el inicio y el final del plazo de preaviso, y tanto el empleado como el empleador deben firmar un aviso de renuncia voluntaria. No deja lugar a dudas sobre la distinción entre despido voluntario y despido improcedente.